sábado, 2 de julio de 2011

Un adios a Mauricio Miranda - Santiago Peña Aranza

Mauricio Miranda 1955-2011
El 30 de junio de 2011, muere a sus 56 años en la Clínica Santa Fe, el gran libretista bogotano Mauricio Miranda por una complicación del hígado luego de varios días de hospitalización.

Su obra

“El amigo”, como solía referirse a algunos de sus amigos más cercanos, era fotógrafo profesional y comunicador social de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, donde conoció a Mauricio Navas; con quien conformaría un prometedor grupo de trabajo conocido en el medio de la televisión como el de “Los Mauricios”, que derivó en una amistad inicial finalizada por deslealtad de este último.

Miranda tuvo la oportunidad de tomar un curso con Gabriel García Márquez en Cuba sobre redacción de guiones, el cual calificó como una gran experiencia pese a que a su juicio el talento del Nobel era difícil de aplicar en la televisión por las particularidades del formato.

“Los Mauricios” fueron bastante exitosos e hicieron grandes aportes a la historia de la televisión colombiana, haciéndolos merecedores de premios como el India Catalina y el Simón Bolívar.

Dentro de sus obras están series exitosas como “La alternativa del escorpión”, “La otra mitad del sol”, “La hija del mariachi”, entre otras, que lograron revolucionar el concepto conservador de la televisión en Colombia.

De hecho, en sus inicios sus proyectos fueron rechazados por innovadores y arriesgados, pero “La alternativa del escorpión”, apoyada por Cinevisión, abriría el camino en su carrera profesional, en la que su obra cumbre, “La mujer del presidente”, marcó un antes y un después.

Puede decirse que le hizo ganar bastantes millones de dólares a las programadoras nacionales, especialmente a la del Canal RCN que censuró su trabajo en “Las trampas del amor”, donde Miranda con su pluma aguda y razonamiento crítico puso en evidencia el comportamiento abusivo de las EPS colombianas, que no dudaron en presionar al canal con la amenaza de retirar la pauta comercial si no se retiraban dichas denuncias. Hoy en día, cuando se ha destapado la forma en que las EPS estafaban al Estado colombiano, el tiempo le dio la razón a Mauricio.

No todo era trabajo…

Pese a ser un trabajador incansable y a escribir durante días enteros guiones en su inseparable computador Mac, corrigiendo, entregando y enseñando… también era un amante de la música, un apasionado del Rock, de Los Beatles, de Los Rolling Stones, de Dylan… siempre sorprendía con canciones recónditas que sólo él podía encontrar.
Mauricio Miranda, Lina Ávila y Luis Fernando Peña

Siempre le gustó ser el anfitrión en las reuniones y lo hacía bastante bien. En su casa nunca faltó nada, ni la comida exquisita, ni el whisky, ni el ají, ni las risas, ni las sonrisas. Las anécdotas macondianas que contaba, las imitaciones que hacía y los temas interesantes siempre abundaron... política, cine, religión, libros, arte…

El fútbol le gustaba. Era muy mal hincha de su amado Independiente Santa Fe y exhibía orgulloso en su nevera una foto de Sabina sonriente con la camiseta albirroja. Defendía lo indefendible: a Maturana como el mejor técnico de la Selección Colombia. Realmente ni el mismo se lo creía, pero siempre lo hizo de forma graciosa.

Siempre lo atrajeron los temas espirituales y paranormales. El tarot, la carta astral, los sueños y la reencarnación lo inspiraron en sus guiones, por ejemplo en “La otra mitad del sol”. En su juventud fue apasionado por el misterioso tema de los ovnis.

La cocina tampoco escapó a sus intereses. Cuando estuvo en México aprendió a hacer ají: preparaba suaves, medios y fuertes, pero igualmente ricos. También se empeñó en rescatar recetas familiares de su mamá, y puede decirse que en eso también tuvo éxito.

Ahora, tras su muerte vale la pena recordar al Mauricio Miranda que estaba más allá del libretista, el hombre modesto y brillante al que poco le gustaba figurar pese a trabajar en medios, el hombre que no tuvo hijos pero fue padre, el hombre que no perdió su sentido del humor ni en sus últimos momentos y del que realmente se dijo poco en las notas de prensa pese a salir en los medios más importantes del país.



Esta es la canción que más me acuerda de él:

"...Tenemos lolitas, tenemos donjuanes;
Lennon y McCartney, Gardel y LePera;
tenemos horóscopos, Biblias, Coranes,
ramblas en la luna, vírgenes de cera...


"...Tenemos proyectos que se marchitaron,
crímenes perfectos que no cometimos,
retratos de novias que nos olvidaron,
y un alma en oferta que nunca vendimos..."


-Joaquín Sabina, fragmentos de "Más de cien mentiras".

Un adios al “doctor Miranda”...

7 comentarios:

  1. Buena Santiago, que buen texto.

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  2. EL MEJOR COMENTARIO DE TODOS.EL SERÁ POR SIEMPRE UNO DE LOS MEJORES LIBRETISTAS

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  3. EL AMIGO, EL PARCERO, EL APOYO.
    SANTIAGO FUE EL MEJOR RESUMEN DE UN GRANDE.
    GRACIAS

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  4. Yo también tuve el privilegio de conocer a Miranda en la Tadeo. Y lo recuerdo con aprecio, todavía utiizo algunas de su frases.

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  5. Necesitaba leer algo que dijera algo del mejor Mauricio que he conocido.
    Que pesar que te hayas ido.

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  6. Que falta haces Mauricio. Hacen falta las charlitas del ser humano generoso y comprensivo. Hacen falta tus luces para resolverlo todo comprendiendo al otro. Hacen falta tambien tu buen humor y las largas noches de rumba. Hacen falta tus inesperadas ocurrencias para divertirnos. Alla donde estas te encuentras mejor que en la leonera laboral que te toco. Que falta haces Mauricio.

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  7. Sigues haciendo falta. Ese eras tú, además de generoso en lo profesional y en la amistad. Un caballero, con grandes palabras para esciribir y para decir. Gracias por todo lo que aprendí de ti.

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