domingo, 28 de agosto de 2011

Conflicto laboral del siglo XIX en Campo Rubiales - Santiago Peña Aranza

Por: @SantiagoPeye

No es que la inversión extranjera sea mala per se, lo que pasa es que no deberían poder actuar ignorando la soberanía nacional. El punto es que no debe ser exclusiva de la izquierda la exigencia de respeto por la soberanía, la derecha también debería exigirlo.


La semana pasada hice el juicioso ejercicio de escuchar atentamente la intervención en el Congreso del Senador Jorge Robledo sobre los conflictos laborales entre Pacific Rubiales y sus empleados, y aún me pregunto: ¿por qué no se armó un escándalo de gigantescas proporciones?, ¿por qué la opinión pública nacional no se movilizó en solidaridad con los trabajadores de la petrolera canadiense? Quizá en los medios no se le hizo mucho eco.

Para los que no están al tanto de los hechos, lo que sucedió fue que un conflicto laboral entre Pacific Rubiales y sus trabajadores estalló en una fuerte protesta en la que se exigían mejoras laborales. La petrolera, socia de Ecopetrol, negó el conflicto y sus causas, y lo calificó como una escaramuza organizada por unos pocos antisociales encapuchados. El Senador demostró con fotos lo contrario -mientras el ministro Rodado y el presidente de Ecopetrol agachaban la cabeza- y dejó en evidencia la mentira de la transnacional del petróleo, y las condiciones denigrantes en las que tienen que trabajar los obreros colombianos.

Es importante señalar que los trabajadores de Centro Rubiales no están sindicalizados, entre otras cosas porque la tercerización laboral es efectiva a la hora de impedir la asociación, por lo que fueron apoyados por dirigentes de la USO, que se dirigían a encontrarse con ellos. Y es justo en este punto donde quiero resaltar el incidente más vergonzoso para el país: Pacific Rubiales bloqueó vías públicas para impedir que los líderes de la USO llegaran a Campo Rubiales a encontrarse con los trabajadores, y eso ante la mirada permisiva del Ejército Nacional.

Es decir: una empresa canadiense bloquea una vía pública colombiana para impedir una reunión entre trabajadores colombianos y todo esto ante la mirada del Ejército Nacional que está para defender al pueblo colombiano de agresiones exteriores (y en nuestro caso interiores también) y no para defender los intereses de las transnacionales.

No es que la inversión extranjera sea mala per se, lo que pasa es que no deberían poder actuar ignorando la soberanía nacional. El punto es que no debe ser exclusiva de la izquierda la exigencia de respeto por la soberanía, la derecha también debería exigirlo.

Se puede ser de izquierda o de derecha, lo que no se puede es permitir que vengan extranjeros a obtener beneficios absurdos en detrimento del país. Negocios en donde todos ganen se pueden hacer. ¡Son bienvenidos! Pero negocios donde empresas transnacionales le dejan migajas al Estado colombiano y ponen a trabajar a los nacionales con condiciones del siglo XIX, sin respetar la Constitución y la ley, deben ser revisados y reversados. Así no puede ser la confianza inversionista.

Ante este panorama –que no sólo es con Pacific Rubiales- son preocupantes los TLC no sólo en términos de la supervivencia de algunos sectores de la industria nacional, sino en también en lo que se refiere a las garantías de empleo digno, estable y formal.


Si desean conocer más detalles sobre lo que sucedió en Campo Rubiales pueden ver la intervención del Senador Robledo en el siguiente link:

http://www.youtube.com/watch?v=WG6M3kdUdMw

No hay comentarios:

Publicar un comentario