martes, 15 de abril de 2014

Los títeres de los militares

Fabian Jerez
Por: Fabian Jerez*

Quiero referirme a la vida militar y a lo que la vigilancia y el castigo competen en esta área. Frecuentemente el gobierno descuida y subestima las masas humildes y que mejor manera de hallar una funcionalidad para ellos que reclutando a los jóvenes campesinos, pues son ellos quienes en medio de su silencio se ven obligados a cumplir a cabalidad órdenes y mandatos, son ellos quienes resisten más y se quejan menos que los reclutas ciudadanos, esto sin mencionar que el pago mínimo que reciben por prestar el servicio es una bendición para sus familias quienes lo ven como una buena oportunidad.

Campesinos como los que me estoy refiriendo hay en todas las esquinas de nuestro país, entonces es esta la oportunidad para la milicia militar de crear una fuerza para mantener a cualquier precio un orden social y lo logran a través de la multitud, un soldado no es más que un personaje que debe rendir lealtad a sus superiores, quienes les enseñan buenos hábitos de conducta, disciplina, compromiso, valentía etc.

Pero a mi manera de ver las cosas, pienso que no son más que intereses mezquinos, lo único que les enseñan es a ser personas feroces, con cuerpos esbeltos muy bien formados, con posturas perfectas, pero no es solo el manejo de su cuerpo, también el manejo del tiempo de cada soldado, de lo que se encargan de vigilar sus superiores, el estar siempre enfocado en su vida militar, en cumplir órdenes precisas que provocan el comportamiento deseado por esta milicia, donde de cierta manera hacen del soldado un hombre más íntegro, pero en este discurso también cabe mencionar la corrupción.

No todo es tan reglamentario como ellos mencionan o nos hacen ver, la violación de los derechos humanos en estos centros de reclusión son masivas, pero son acontecimientos a los cuales los soldados deben acostumbrarse, así como también deben acostumbrarse a estar lejos de sus seres queridos y dedicarse completamente a lo que es ahora su nuevo mundo para completar ese cuerpo social que aspiran ser, pero no se dan cuenta que no portan más allá de filas y uniformes, muchos hacen parte de esta comunidad militar por sus beneficios y no por la fe y el amor que dicen tener en la causa del patriotismo. Lo que más me altera de todo esto es que un soldado no sea un ser racional e independiente sino que por el contrario debe estar siempre al mando, la obediencia y el ejercicio de la repetición que hacen parte de su diario vivir, son personas que no piensan solo se limitan a obedecer y es algo que me parece profundamente lamentable.

Lo que ellos no saben es que más allá de ser milicianos, son seres que piensan y que sienten y lastimosamente se les están arrebatando estas facultades vitales en la vida de cualquier ser humano.

*Estudiante facultad ciencias de la educación, Universidad Libre de Colombia

Twitter: @LaTribunaCol

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