Nuestro país ha estado mal administrado en los últimos periodos, tanto que estuvo cerca a ser declarado Estado fallido a pocos años de haber realizado un cambio de Constitución.
A la fecha se acerca al tercer año de ejecución del plan de gobierno Santos “Buen gobierno para la prosperidad democrática”. Sería interesante hacer una revisión para ver qué se ha convertido en realidad.
Decía el mencionado plan “Mi sueño, un sueño que sé que todos compartimos, es llegar al final de mi gobierno al frente de un país seguro, con una población educada y trabajando, con una infraestructura que nos permita competir mundialmente, para llevar la producción, el ingenio y la laboriosidad de los colombianos a todos los rincones del mundo. Pondremos a trabajar cinco locomotoras económicas: el agro, la infraestructura, la innovación, la vivienda y la minería…”. Tenía razón en algo, todos soñamos con un país mejor, nunca hemos dejado de hacerlo por décadas y siglos, lo soñamos desde la patria boba, después de catástrofes naturales, del bogotazo, siendo uno de los países más inequitativos del planeta, lo soñamos. Pero…
Seguramente cuando el ahora presidente preparaba su candidatura y, rodeado de sus asesores, elaboraban el plan, de verdad lo soñaban, yo no puedo imaginar a un candidato y su equipo diciendo con emoción "¡Vamos a acabar con este país¡". Inimaginable. Sólo queda otorgar el beneficio de la buena fe, pero el resultado es el mismo, al fin y al cabo “de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno”, decían las abuelas.
Pero revisemos algunos de los puntos del plan de gobierno. El agro, no podía estar peor o…¿si? el paro de los cafeteros, de los cacaoteros, de los paperos, y el del Catatumbo, que también se relaciona con el agro.
En cuanto a la segunda locomotora mencionada, en los últimos años no se ha realizado la construcción de ninguna obra de infraestructura importante, ni siquiera significativa.
La innovación. En tiempos recientes no se ha dado la creación de una empresa o sólo de un proyecto empresarial importante en el país, a pesar del aclamado emprendimiento de los colombianos. Por su puesto, se requiere algo más que creatividad, se requiere del compromiso del Estado, como cuando se crearon las Empresa Públicas de Medellín en1955, ó Acerías Paz del Rio en 1948, la que ya se vendió al grupo brasilero Votarin en un 76%, o el caso de Ecopetrol - Empresa Colombina de Petróleos - que nació como Empresa Industrial y Comercial del Estado en 1951 y en el año 2006 se convirtió en Ecopetrol S.A. Las ventas no ocurrieron en el actual gobierno pero tampoco se ha creado ninguna empresa estatal importante.
Respecto a la vivienda, si bien es cierto, sabemos que su déficit viene de tiempo atrás y que su construcción se ha dejado como negocio al sector financiero sin que el Estado intervenga en forma más activa, es decir, este mal gravísimo no es responsabilidad exclusiva del actual gobierno, pero tampoco hay logros especiales. Se ha entregado algunas casitas a familias en extrema pobreza, bajo el sistema de subsidios, que en algo contribuyen a la adquisición de vivienda por las clases menos favorecidas, pero no son gratuitas y están lejos de solucionar el problema en el país.
Finalmente hay que reconocer que Colombia no ha sido inteligente para negociar sus recursos mineros, sin tener en cuenta que no son renovables los ha entregado a cambio de casi nada, permitiendo su explotación con unas muy bajas regalías a la vez que otorga buenas condiciones tributarias a las compañías extractoras. Parece olvidar, que terminado el negocio para las compañías, en su mayoría extranjeras, lo único que le queda al país es el socavón vacio, el deterioro ecológico y en algunos casos la destrucción de los ecosistemas.
Como vemos las locomotoras no han sido lo mejor y en otros aspectos, no ha habido mejor suerte, como con la fallida reforma a la justicia, el proyecto de reforma a la educción que a la fecha no se han dado y la reforma a la salud que no mejora nada pero empeora algunos aspectos.
En fin, los colombianos nos acercamos a la fecha en que se debe decidir a quien entrega las riendas de este país para que arranque sin estrellarse. Parece obvio que se debe pensar en opciones diferentes, opciones que ya empiezan a figurar dentro del marco democrático.
*Miembro de la Coordinadora de Unidad Social
Seguramente cuando el ahora presidente preparaba su candidatura y, rodeado de sus asesores, elaboraban el plan, de verdad lo soñaban, yo no puedo imaginar a un candidato y su equipo diciendo con emoción "¡Vamos a acabar con este país¡". Inimaginable. Sólo queda otorgar el beneficio de la buena fe, pero el resultado es el mismo, al fin y al cabo “de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno”, decían las abuelas.
Pero revisemos algunos de los puntos del plan de gobierno. El agro, no podía estar peor o…¿si? el paro de los cafeteros, de los cacaoteros, de los paperos, y el del Catatumbo, que también se relaciona con el agro.
En cuanto a la segunda locomotora mencionada, en los últimos años no se ha realizado la construcción de ninguna obra de infraestructura importante, ni siquiera significativa.
La innovación. En tiempos recientes no se ha dado la creación de una empresa o sólo de un proyecto empresarial importante en el país, a pesar del aclamado emprendimiento de los colombianos. Por su puesto, se requiere algo más que creatividad, se requiere del compromiso del Estado, como cuando se crearon las Empresa Públicas de Medellín en1955, ó Acerías Paz del Rio en 1948, la que ya se vendió al grupo brasilero Votarin en un 76%, o el caso de Ecopetrol - Empresa Colombina de Petróleos - que nació como Empresa Industrial y Comercial del Estado en 1951 y en el año 2006 se convirtió en Ecopetrol S.A. Las ventas no ocurrieron en el actual gobierno pero tampoco se ha creado ninguna empresa estatal importante.
Respecto a la vivienda, si bien es cierto, sabemos que su déficit viene de tiempo atrás y que su construcción se ha dejado como negocio al sector financiero sin que el Estado intervenga en forma más activa, es decir, este mal gravísimo no es responsabilidad exclusiva del actual gobierno, pero tampoco hay logros especiales. Se ha entregado algunas casitas a familias en extrema pobreza, bajo el sistema de subsidios, que en algo contribuyen a la adquisición de vivienda por las clases menos favorecidas, pero no son gratuitas y están lejos de solucionar el problema en el país.
Finalmente hay que reconocer que Colombia no ha sido inteligente para negociar sus recursos mineros, sin tener en cuenta que no son renovables los ha entregado a cambio de casi nada, permitiendo su explotación con unas muy bajas regalías a la vez que otorga buenas condiciones tributarias a las compañías extractoras. Parece olvidar, que terminado el negocio para las compañías, en su mayoría extranjeras, lo único que le queda al país es el socavón vacio, el deterioro ecológico y en algunos casos la destrucción de los ecosistemas.
Como vemos las locomotoras no han sido lo mejor y en otros aspectos, no ha habido mejor suerte, como con la fallida reforma a la justicia, el proyecto de reforma a la educción que a la fecha no se han dado y la reforma a la salud que no mejora nada pero empeora algunos aspectos.
En fin, los colombianos nos acercamos a la fecha en que se debe decidir a quien entrega las riendas de este país para que arranque sin estrellarse. Parece obvio que se debe pensar en opciones diferentes, opciones que ya empiezan a figurar dentro del marco democrático.
*Miembro de la Coordinadora de Unidad Social
Twitter: @LaTribunaCol
Facebook: La Tribuna Colombia
No hay comentarios:
Publicar un comentario