Señor Presidente: Me gustaría tenerlo enfrente de frente a mí para que me lo diga en mi cara que soy guerrillera. No los soy, ninguno de nosotros es guerrillero. Somos gente trabajadora, campesinos que tratamos de vivir con lo que se pueda.
No es fácil vivir aquí. No podemos sacar los productos, las carreteras, si es que se le puede llamar carreteras a esos caminos, están horribles. Fuera de eso, las cosas que cultivábamos no nos producen sino pérdidas porque a la gente le sale más barato comprar las cosas importadas por el gobierno.
Tenemos hijos chiquitos y tenemos que alimentarlos. Muchas veces nos toca que raspar la hoja para ganar el sustento. Y tampoco en eso ganamos lo suficiente. Me gustaría mucho que usted y su esposa vinieran y que nosotros les mostremos cómo vivimos, cómo están las escuelas, con los niños comiendo en el suelo. No tenemos la posibilidad es de nada, presidente.
Por eso estamos luchando y la repuesta ha sido muy horrible, muertos y heridos otra vez. Tenemos cuatro muertos y heridos y enfermos. Yo no quisiera seguir en este paro, es muy duro, mi familia está aguantado hambre, pero tenemos que luchar o si no, no conseguimos es nada.
Presidente usted tiene corazón? Usted tiene hijos y me gustaría que me dijera en la cara como hubiera sido su vida si ellos no hubieran tenido oportunidades de estudio y de trabajo. Que les hubiera tocado hacer?. A toda hora rebuscándosela.
Por aquí lo único que se cuida es el petróleo. El ejército está con tanquetas para cuidarlo. Y a nosotros quien nos cuida? Nadie. Dése de cuenta señor, que a nosotros nadie nos cuida. Los únicos que se preocupan por nosotros son los dirigentes que están dirigiendo el paro.
Por eso les hacemos caso porque ellos saben que lo que se necesita por aquí es un plan de desarrollo, que ya lo tenemos y unas reservas campesinas con tierra para que podamos nosotros mismos erradicar la mata y volver a sembrar, pero en mejores oportunidades.
Dése de cuenta que somos gente trabajadora. Si fuéramos guerrilla usted cree que el ejército hubiera podido estar aquí tranquilo cuidando cada metro de tubo? No señor, ya se hubieran encendido a plomo.
Yo lo invito a usted y a su señora para que vengan por aquí y estén con nosotros un solo día de 24 horas para que vea como son las vainas. Resuelva esto que en sus manos está. O si no, de cual paz es de la que habla? La paz es aquí también con nosotros en esta tierra que nos vio nacer.
Yo sueño con un Catatumbo en Paz, no siga diciendo a toda ahora que somos terroristas. No sea mentiroso presidente, Usted sabe que esa no es la verdad. Me llamo Margarita y me encuentra en el Paro.
Si decide venir, avíseme y le preparamos una agua de panela, o cualesquier cosa, porque nosotros sabemos atender la gente, sobre todo cuando viene a arreglar las cosas, a las buenas.
MARGARITA, CAMPESINA EN EL PARO DEL CATATUMBO
CATATUMBO RESISTE!
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