miércoles, 30 de enero de 2013

Diálogos de La Habana: el cinismo de las partes

Por: Santiago Peña Aranza

No soy defensor de las FARC pero tampoco lo soy del gobierno colombiano. Ni del actual de Juan Manuel Santos, ni de los dos de Álvaro Uribe, ni del de Pastrana, ni de ninguno de los anteriores del bipartidismo. Todos se han destacado por no responder a los verdaderos intereses populares y por beneficiar a los grandes empresarios y banqueros nacionales e internacionales.

Quiero la paz como la gran mayoría de colombianos, y necesitamos que el Estado colombiano haga la paz con las guerrillas, y acabe con los paramilitares. Necesitamos que lo hagan para que todos estos actores (incluidos los gobiernos de los de siempre) dejen de ser un estorbo para quienes sí queremos un país incluyente, y verdaderamente independiente, con igualdad social y democrático. Pero democrático de verdad, no de votar cada cuatro años por los mismos con distintas caras y logos.

Pero creo que ni las FARC ni el gobierno quieren realmente la paz -quizá las FARC esta vez un poco más-. El gobierno lo único que quiere es pasar a la historia y sacar de los campos a las guerrillas para poder titular las tierras y darle vía libre a los proyectos agroindustriales, a la extranjerización de tierras y a los inversionistas nacionales y extranjeros que ven en Colombia una de las últimas fronteras agrícolas del mundo y en consecuencia una oportunidad de negocio. Por eso han repetido hasta la saciedad que el modelo de desarrollo “no está en discusión”. No están dispuestos a concederle nada a lo poco que queda del discurso social y político de las FARC, que no por ser ilegales están equivocados en lo que dicen aunque se equivoquen terriblemente en lo que hacen y cómo lo hacen.

Hoy el gobierno, por sus intereses políticos, y las personas que no ven los hechos políticos más allá de las emociones del momento, muchas veces exaltadas por los medios, salen a rasgarse las vestiduras porque las FARC anunciaron que seguirán secuestrando-reteniendo-capturando (denle el nombre que quieran) a miembros de la fuerza pública –haciéndole tontamente un favor al uribismo-. No digo que el secuestro no sea una práctica terrible, pero acaso ¿qué quieren que pase si el gobierno insiste en negociar en medio de la confrontación? Acá tristemente hay una guerra y las guerras tienen víctimas, por eso es necesario un cese al fuego o humanizar el conflicto cuanto antes. Eso no es debilidad, es garantizar la seguridad de las comunidades que viven en medio de las balas.

Las FARC han insistido en el cese de hostilidades. Incluso hicieron un cese al fuego unilateral -quizá no cumplido al 100 por ciento pero algo alivió- esperando que el gobierno fuera reciproco al gesto de paz, pero se insistió en la guerra, y ahora que anuncian que policías y soldados capturados serán “prisioneros de guerra”, entonces cínicamente se les dice que digan si realmente quieren o no la paz para no hacerle “perder el tiempo al país”. Que el gobierno también diga si realmente quiere la paz, porque sinceramente tampoco parece.

Y es que es deber histórico del Estado colombiano, en cabeza de cualquier gobierno, hacer la paz con las guerrillas, porque es el responsable de su alzamiento en armas. Es el responsable por su sistema político frentenacionalista y excluyente, por la pobreza del campo, por permitir el latifundismo, por darle todos los beneficios a los poderosos en detrimento de los débiles, de los campesinos, de los indígenas, de los trabajadores. Crearon todas las condiciones sociales para el surgimiento de las guerrillas, que hoy ya no representan ninguna alternativa de revolución, pero aún se nutren de la misma pobreza del campo, del mismo latifundismo, de un peor desempleo, y de una errónea política antidrogas que lo único que logra es mantenerles las finanzas fuertes para armarse y sostener su organización.

Hoy llamar a las FARC “ejército del pueblo” es lo mismo que llamar “héroes” a los soldados y policías. Ni los unos tienen un apoyo popular realmente significativo del pueblo, ni se puede ser “héroe” cuando se tiene fe en una causa que no se comprende, pues esos mismos soldados y policías, hijos de trabajadores y campesinos, están sirviendo a una causa que no es la de su propio pueblo. Están recibiendo su sueldo de los impuestos que salen de los bolsillos de los colombianos, pero están defendiendo la causa de los poderosos del país, de las élites nacionales y trasnacionales. Y muchas veces lo hacen empleando su violencia que puede ser legal pero es ilegítima.

Los verdaderos héroes de este país son aquellas personas si quieren la paz. Los que resisten el desempleo y el subempleo, los que trabajan día tras día para recibir un mal pago que no corresponde a la cantidad y calidad de su trabajo, los que no tienen servicio de salud gratuito ni educación gratuita, como debería ser su derecho. Los que no tienen casa y los que la pierden a manos de los bancos. Los que pelean por mejorar sus condiciones laborales, los que se enfrentan a ejército, policía y paramilitares para defender sus derechos y para proteger las riquezas de sus territorios de las multinacionales que llegan llevárselas como en tiempos de la colonia dejando un medio ambiente destrozado.

Esos son los verdaderos héroes de Colombia junto a los que han sido asesinados y desaparecidos por entender que los derechos no se mendigan sino que se luchan. Ellos son los que realmente necesitan la paz para salir de este sistema político maniqueo y económicamente injusto que no les representa ninguna esperanza para su futuro y el de sus hijos. Por eso es que así el gobierno y las FARC sean lo que sean, hay que apoyar el proceso de La Habana, porque nosotros necesitamos la paz más que ellos. Ellos se benefician del negocio de la guerra, pero nosotros la necesitamos para recuperar el país que nos robaron.

Twitter: @SantiagoPeye

2 comentarios:

  1. si quieres paz prepárate para la guerra; es la gran frase que sale en las libretas militares habrá paz el día que todos estén muertos

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  2. ¿Cuales son los verdaderos intereses populares?¿Cual es la democracia de verdad?¿que significa que la guerrilla quiera realmente la paz esta vez un poquito mas?¿Porque la guerrilla se equivoca terriblemente en lo que hacen y como lo hacen?

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